Nieve en Santiago...

El viernes nos levantamos con este precioso e inusual panorama...

¡estaba todo nevado!

Y precioso...

 Pero no sin complicaciones...

Yo no pude ir a trabajar (pues los accesos a la ciudad estaban colapsados y yo trabajo a una hora de casa). Mi hermano tardó 2 horas en hacer un trayecto que habitualmente le lleva sólo 5 minutos, y mi marido llegó a hacer unos 800 metros y se volvió para casa... dicen que no había más que coches fuera de vía, porque bajo la nieve había capas de hielo...

y es que aquí no estamos acostumbrados a esto (yo ni siquiera tengo cadenas para ponerle al coche), jajaja....

la tele dijo que hacía 25 años que no nevaba tanto en Santiago, y aunque a lo largo de la tarde se fue derritiendo algunos trozos persistieron todo el fin de semana.

Mirad, esto es desde la ventana de mi casa la mañana del viernes.

Roni no se lo creía, ¿qué es todo esto blanco?...

¿Harina? ¿Azúcar glas? ¿Helado? ñam ñam...

El pobre siempre está pensando en comida, jajaja

 

Bueno.. ya que no se puede comer... Lola, ¿vienes y jugamos con ella?

 

Yujuuuuuuu! ¡Es divertida esta cosa! Y derrapaaaaaaaaaaaaa...

 

Vaya... se me ha pegado a la nariz...

¿Y dices tú que no se come?... pues sabe a polo...

No sé que tanta leria con esa cosa blanca y fría...

yo me quedo calentito en casa, ¡están locos estos humanos!

 

Sin duda alguna fué un día especial...

no es habitual poder captar estas imágenes aquí...

 O decirle a tu niño que le quieres escribiéndolo en la nieve sobre la mesa del porche...

 

 ¡Te quiero corazón!